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Adornos y joyas.-  

Se utilizaban algunos adornos como amuletos protectores y muy pronto aparecieron las joyas, que con el paso del tiempo fueron adquiriendo una gran belleza y perfección técnica. Éstas no sólo tenían una función ornamental sino que también protegían mediante la magia; en muchas piezas lo que parecen adornos son en realidad jeroglíficos que pueden leerse. Solían emplearse piedras como el lapislázuli, la amatista, la cornalina, la obsidiana, y por supuesto, el oro y la plata (en algunas épocas más valiosa que el oro en Egipto por su escasez), pero también materiales mucho más modestos cuando la persona no tenía suficientes medios económicos .

La sofisticación de las joyas egipcias podemos apreciarla, por ejemplo, en el ajuar funerario de Sithathoriunit (Reino Medio), en el ajuar de las tres exposas extrajeras de Thutmés III, en el de Tut-anj-Amón o en el tesoro de Tanis, menos conocido pero muy espectacular.

Pectoral y collar de Sithathoriunit. Reino Medio. Metropolitan Museum. Tomado de: https://www.metmuseum.org/art/collection/search/544232?&searchField=All&sortBy=Relevance&ft=egyptian+pectoral&offset=0&rpp=20&pos=4
Pectoral de Tut-anj-Amón. Reino Nuevo. Museo de El Cairo. Tomado de: https://egypt-museum.com/tagged/tutankhamun/page/3
Pendientes de Tut-anj-Amón. Reino Nuevo. Museo de El Cairo. Tomado de: https://egypt-museum.com/tagged/tutankhamun/page/3

 

Brazaletes de Sheshonq II. Tanis. Museo de El Cairo. Tomado de: https://egypt-museum.com/post/168124104196/bracelets-sheshonq-ii
Pectoral de Tut-anj-Amón. Museo de El Cairo. Tomado de: https://egypt-museum.com/tagged/tutankhamun/page/5

En Egipto tanto hombres como mujeres llevaban joyas. No es extraño encontrar, por ejemplo, al faraón o a los dioses con collares, tobilleras, pectorales, colgantes, pendientes o cinturones elaborados con cuentas. Muchos de estos adornos se colocaban también sobre la momia para que le protegiera y pudiera disfrutarlos en el Más Allá.

Entre los amuletos protectores destaca el escarabeo, que tiene forma de escarabajo pelotero (imagen inferior, fila tercera empezando por abajo). Otro muy curioso es el pilar “dyed”, un símbolo de Osiris mediante el que se conseguía “estabilidad”. Es el de color azul que está en el centro de la segunda fila empezando por abajo en la imagen inferior

Entre los amuletos con formas humanas o de animal, podemos destacar las imágenes del dios Bes, un enano que enseña la lengua y que tiene las piernas arqueadas; pese a su aspecto era muy querido y protegía sobre todo a mujeres y niños. También tenemos a la diosa hipopótamo Tueris, que se muestra embarazada y que estaba relacionada con la maternidad. Como veréis por su apariencia, parecen más bien unos genios algo extraños…

Amuletos de varias épocas. Museo Georges Labit. Toulouse

También había unas varillas curvas hechas de marfil de hipopótamo, con la superficie grabada con genios y animales protectores que se utilizaban para proteger a las mujeres embarazadas y a los niños.

Marfil mágico. Reino Nuevo. British Museum

Vestidos

El tejido más empleado era el lino, en su color natural blanco, aunque conocemos ejemplos de tela teñida o adornada con algunos elementos que usaron los reyes y los personajes más ricos.

Las piezas de lino se tejían en telares horizontales y más tarde se usó también el telar vertical.

Había trajes sin costuras hechos de una pieza de lino que se enrollaba al cuerpo, pero también había otros que se confeccionaban y que incluso se plisaban.

Túnica plisada del Reino Antiguo/Primer Período Intermedio. Museo Egizio. Turín.

Hasta el Reino Nuevo, el vestido femenino solía ser una larga camisa recta hasta los tobillos, ceñida al cuerpo o un traje ajustado y con tirantes. Aunque parece que sobre estos vestidos podían llevar una redecilla de cuentas, parece poco probable que fuera de uso cotidiano, porque se rompe con facilidad y al ser muy estrecha no facilita el paso, es decir, que este tipo de adorno sobre el traje tendría un uso funerario.

Redecilla de cuentas. Museo Petrie. Londres Túnica. Museo Petrie. Londres. Tomada de: http://petriecat.museums.ucl.ac.uk/detail.aspx?parentpriref=

Los hombres llevaban un faldellín hasta la rodilla o a veces más largo, y una túnica con mangas anchas, pero cuando hacía más frío podrían cubrirse con una especie de manto o túnica. También vestían camisas ajustadas y amplias túnicas, cada vez más vistosas amplias y complicadas, sobre todo en el periodo ramésida.

Túnica de la tumba de Ja. Reino Nuevo. Museo Egizio. Turín.

Como nosotros, los egipcios siguieron la moda a lo largo de las diferentes épocas. Sin embargo, ese precioso vestuario que vemos en los relieves egipcios contrasta con los escasos vestidos que han llegado hasta nuestros días. No sentarían tan bien en la realidad y lo que vemos en los relieves, en las pinturas o en las estatuas, es una idealización.

Los niños solían ir desnudos, y llevaban una especie de coleta en un lado de la cabeza hasta llegar a la pubertad, momento en el que se le cortaba como símbolo de haber llegado a la etapa adulta.

El calzado consistía en sandalias, que eran de cuero para los ricos y de papiro para las clases humildes. Para no pasar frío también tenían calcetines preparados para poder usarlos con las sandalias y más tarde incluso zapatos.

Diversas sandalias de distintas épocas. Museo de Berlín

Calcetines de lino encontrados en la tumba nº 40 del Valle de los Reyes. Tienen el dedo pulgar separado del resto. Reino Nuevo. Museo de Luxor.

Desconocemos el autor de la imagen pero estaríamos encantados de incluirla

 Sandalia de fibra vegetal. Museo Arqueológico Nacional. Madrid

Las personas más ricas mandaban lavar sus vestidos a los lavanderos. Para que éstos pudieran reconocer qué ropa era de quién, cada familia la marcaba (como podemos ver en la última imagen).

Lavanderos entregando la ropa lavada. Tumba de Senenra. Tebas. Museo Egizio. Turín

Marca para que los lavanderos reconocieran a quién devolver la ropa. Tumba de Ja. Reino Nuevo. Museo Egizio. Turín

Textos: Elisa Castel y Helena Oliver

Fotografías: Teresa Armijo, Elisa Castel, Miguel Gamero, Antonio Lobo, Helena Oliver, Francisco Pérez Vázquez, Cristina Pino, Rosa Pujol, Jaume Vivó, SoloEgipto.

Para el resto de imágenes, las citadas en los pies de foto.