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SEMINARIO: Celebrando la vida, celebrando la muerte: fiestas del antiguo Egipto

María José López Grande

Viernes 21 de febrero 18:30 hs. Sábado 22 de febrero 11:00 h

Organiza: Escuela de Lenguas Bíblicas, Clásicas y Orientales de la Facultad de Teología de Valencia, sección Egipcio

CV – Facultad de Medicina San Carlos. C/Quevedo, 2 Valencia

Duración del curso
Cuatro horas lectivas en dos sesiones Viernes 21 de 18:30hs. a 20:30hs. Sábado 22 de 11hs. a 13 h.

La sociedad del Egipto faraónico vivía condicionada por un fuerte sentir religioso que estructuraba su cotidianidad. Su quehacer rutinario se veía salpicado de celebraciones dedicadas a los dioses protectores, deidades que permitían la vida a las orillas del Nilo y aseguraban una existencia gozosa más allá de la muerte. Esas fiestas, por lo general, congregaban multitudes. En las más populares participaban autoridades del Estado y del clero, pero también sacerdotes y sacerdotisas de rangos inferiores, gentes de posición social destacada y nutridos grupos del paisanaje egipcio. Eran acontecimientos especiales en los que las estatuas de los dioses salían de sus templos para ser transportadas en largos recorridos sobre embarcaciones engalanadas, que los sacerdotes conducían sobre sus hombros.

Para muchos de los asistentes y participantes, sobre todo para los de condición social inferior, aquellas festividades eran las únicas ocasiones en las podían atisbar la sagrada realidad de las imágenes divinas. Si bien las figuras de los dioses nunca se mostraban, pues se sacaban del sanctasanctórum de sus templos veladas o encerradas en sus capillas, aquellas ocasiones permitían a la muchedumbre aproximarse, tanto como fuera posible, a la materialidad física de las divinidades.

Era en aquellas ocasiones, ante la sensación de la presencia divina, cuando las gentes manifestaban con música, cánticos, danzas y otras muestras de exaltación y entusiasmo, la fuerza y fidelidad de sus creencias, así como su absoluta dependencia de las poderosas deidades que sostenían el esquema social en el que ellos existían.

Así queda atestiguado en las imágenes conservadas de La Bella Fiesta del Valle, celebración de carácter anual que acontecía fundamentalmente en la necrópolis tebana, aunque se iniciaba y concluía en el templo de Karnak. Esta festividad, dedicada a los difuntos, en la que se aprecian similitudes con la conmemoración cristiana de Todos los Santos, parece haber sido una de las más populares desde su instauración en el reinado de Montuhotep II (XI dinastía), perdurando su notoriedad hasta la dominación romana sobre Egipto. Los dioses que participaban en ella eran los componentes de la triada tebana: Amón, Mut y Jonsu.

La Fiesta del Bello Encuentro era también una celebración muy popular, que estaba dedicada a los dioses Horus y Hathor. Consistía en un ritual anual con el que se festejaba la cosecha en el mes de shemu, que coincidía con el final de la primavera y el principio del verano. Tenía lugar en el entorno de los templos de Edfu y Dendera, pues el dios Horus viajaba en procesión desde su templo en Edfu hasta el dominio sagrado de Hathor en Dendera. Allí, en el templo de la diosa, ambas deidades se encontraban para conmemorar su matrimonio divino.

Otra festividad similar era La Fiesta de Opet, también de carácter anual, dedicada a la divina triada tebana (Amón, Mut y Jonsu), y a la importante relación de estas deidades con el faraón. Con esta celebración se aseguraba la continuidad de los fuertes lazos existentes entre el dios Amón-Ra y el rey de Egipto. En el transcurso de las ceremonias que se sucedían, que tenían lugar en los templos de Karnak y Luxor, residencia de Amón-Min, y en la avenida que unía ambos monumentos, el monarca era glorificado como la manifestación viviente del dios Horus, considerando a esta divinidad establecida en el trono de Egipto. Como encarnación viva de Horus el faraón debía defender su reino de todos los enemigos que pudieran surgir. Él, que encarnaba a Horus, personificaba a la vez el reino que gobernaba, por lo que los enemigos de Egipto eran los enemigos del rey.

Fue también una celebración importante La Fiesta del recuento de ganado, que se festejaba con entusiasmo y participación popular. Era un significativo evento económico que estaba relacionado con varias fiestas de culto. Consistía en el conteo del ganado, que era efectuado por altos funcionarios, y constituía uno de los medios principales para evaluar la cantidad de impuestos a cobrar, siendo otro índice significativo el punto máximo alcanzado por la inundación anual del Nilo.

Sabemos de otras festividades de gran importancia relacionadas con la figura sagrada y política del faraón, pieza fundamental en la ideología del Estado egipcio. Una de ellas, de gran relevancia, era La Fiesta de Min, que celebraba anualmente la continuidad del reinado de un faraón. Su instauración se remontaba a tiempos predinásticos y fue una fiesta popular a lo largo de la dilatada historia del Egipto faraónico. Acontecía en la región tebana prologándose unos cuatro días, según se nos describe en los relieves del templo funerario de Ramsés III en Medinet Habu.

También era importante La Fiesta de La Coronación de cada faraón, que consistía en un largo proceso que incluía varias celebraciones, rituales y ceremonias que se sucedían a lo largo del año en el que un nuevo faraón accedía al trono. Y la fiesta o festival del Heb Sed, o Fiesta de la renovación de la condición real del monarca, entre otras. Un buen número de fiestas estaban relacionadas con distintas divinidades. La celebración de algunas de ellas, a lo largo de la dilatada historia antigua de Egipto, es bien conocida como La Fiesta de Sokar, La procesión de Min, Los misterios de Isis, o las Ptolemaias. De otras tenemos escasa información salvo el hecho de su celebración, las fechas y periodicidad con las que acontecían, las ofrendas que para los dioses festejados se ordenaban y algunos pormenores más que suelen ser insuficientes para comprender y conocer con detalle aquellos eventos.

Podemos citar, entre otras, “La Fiesta de la Navegación de Anubis”, “La fiesta de vestir a Anubis”, “La Fiesta de masticar cebollas para Bastet”, “La Fiesta de Renenutet”, entre otros acontecimientos que aparecen señalados en el calendario del templo de Medinet Habu, fuente de gran interés para abordar el tema de las celebraciones festivas del antiguo Egipto.

Instrucciones de matrícula

Ingresar el importe del curso en cualquier oficina de CaixaBank Nº de cuenta: ES63 2100 7749 4413 0087 7059

Indicar en el resguardo el título del curso

Período de matriculación

Desde el 25 de enero hasta el día del inicio.
El resguardo se entregará al comienzo del curso

Matrícula General: 45 €.
Alumnos de la Facultad de Teología: 40 €

Se entregará diploma de asistencia

Dirección de contacto: egipcioftv@gmail.com