Tiziana Giuliani para Mediterrameo Antico
28.03.2025
El viernes pasado, el ejército sudanés reconquistó el Museo Arqueológico Nacional de Sudán, pero lo encontró devastado y completamente despojado de todos sus tesoros. Lo que no se pudo vender en el mercado negro fue destruido por las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
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Hasta hace unas horas no había imágenes del interior del museo, pero ya nos temíamos que la situación no iba a ser muy diferente. El vídeo publicado por uno de los soldados en X.com muestra el exterior del museo, una parte de su jardín y la fachada del edificio principal, por lo que no sabemos en qué estado se encuentran las antiguas reliquias egipcias que adornaban el patio: un auténtico museo al aire libre que albergaba estatuas de diferentes tamaños, numerosos templos, tumbas, monumentos conmemorativos… (aquí está el enlace para ver el vídeo: https://x.com/Sudan_tweet/status/1903572834330554687).
Por unas fotos que llegaron ayer, parece que el Templo de Buhen (construido en la Alta Nubia por la reina egipcia Hatshepsut hacia 1500 a.C.) sigue en buen estado, parece que no ha sido objeto de vandalismo, aunque la estructura que lo alberga habla de guerra y destrucción. Aún no tenemos noticias del Templo de Semna construido por Sesostris III (…-1839 a.C., Reino Medio) y posteriormente ampliado durante el Reino Nuevo por Tutmosis III. Éstas, al igual que las demás reliquias arqueológicas del jardín, fueron rescatadas de las aguas del lago Nasser antes de que la presa inundara las zonas de Wadi Halfa, y luego se volvieron a montar en el patio del museo alrededor de una pila de agua que representa el río Nilo, con el fin de ofrecer al visitante una imagen evocadora de su emplazamiento original. Bienes salvados por obra del hombre, pero no por su locura. Existe el temor de que, como del resto del museo, quede poco o nada de todo esto, ya que muchos de los objetos que los guerrilleros no consiguieron trasladar quedaron completamente destruidos.
Por algunas de las imágenes que han llegado, parece que algunos de los leones que flanqueaban la entrada del museo siguen en su sitio, al igual que pueden verse en el interior un par de las colosales estatuas de los gobernantes kushitas, embaladas y reforzadas con soportes en sus puntos más frágiles. Probablemente los guerrilleros no pudieron moverlas debido a su tamaño, o simplemente las dejaron para el final sin tener tiempo de llevárselas, aunque la primera hipótesis parece más plausible. Lo que circulan son imágenes desgarradoras que sumen a uno en una tristeza e incredulidad infinitas. Reporteros de Reuters han visitado el museo en las últimas horas y han confirmado que sólo han sobrevivido la estatua de Taharqa (…- 664 a.C., gobernante nubio de la 25ª dinastía egipcia), una estatua del criocéfalo Amón, una estatua del dios león Apedemak (una deidad nubia de la guerra perteneciente a la esfera religiosa del antiguo Egipto venerada en Meroe) y unas pocas decoraciones murales. De las bellas y raras colecciones, como los almacenes y talleres, no queda nada, todo ha sido completamente saqueado o destruido. Al ver el siguiente vídeo filmado por los guerrilleros, uno no puede evitar horrorizarse.
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Fuentes privadas confirmaron a Sudan Tribune que en los últimos meses un grupo de marchantes de arte de países europeos y africanos había llegado a Juba, la capital de Sudán del Sur, para comprar los objetos robados con la intención de sacarlos del país. El gobierno sudanés acusó a las autoridades de Juba de no hacer caso de los llamamientos enviados para detener el tráfico de los objetos robados y de estar implicadas en el contrabando de los objetos vendidos en la capital. Se había contactado formalmente con las autoridades de Juba para que localizaran estos artefactos, impidieran su traslado y venta y confiscaran la mercancía, pero el gobierno sudanés nunca recibió respuesta a los reiterados llamamientos porque los funcionarios de la capital de Sudán del Sur estaban directamente implicados. A través de los organismos de seguridad e inteligencia, las autoridades sudanesas identificaron algunos de sus valiosos y especialmente raros artefactos expuestos en un hotel de Juba.
El pasado noviembre, el Departamento de Investigación Criminal del estado detuvo a un grupo de diez extranjeros que estaban comprando el botín y se incautó de los objetos del Museo de Nyala, en Darfur del Sur, que estaban ocultos en una fábrica de Atbara y en una casa.
Varios objetos del museo de Jartum se pusieron a la venta en Internet a través de diversos canales sociales; también se podían comprar en eBay por tan sólo 200 dólares. Las autoridades sudanesas no pueden confirmar si la compraventa se llevó a cabo o no; sólo sabemos que, tras varias denuncias, el sitio web retiró los objetos de sus listados.
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También se temen las excavaciones ilegales en los yacimientos arqueológicos de la isla de Meroe, el corazón del reino de Kush, con sus pirámides, templos, palacios y tumbas que abarcan un periodo comprendido entre el siglo VIII a.C. y el siglo IV d.C, pero también están en peligro los yacimientos de Jebel Barkal y sus alrededores, representativos de las culturas napatea (900-270 a.C.) y meroítica (270 a.C.-350 d.C.) del Segundo Reino de Kush, con sus tumbas, pirámides, templos, túmulos funerarios, complejos habitacionales y palacios.