Dos colosales estatuas de alabastro del rey Amenhotep III han sido reinstaladas en su ubicación original en su templo mortuorio en la orilla oeste de Luxor, tras décadas de meticulosa restauración, reensamblaje y conservación científica, marcando un hito para el patrimonio cultural de Egipto.
La inauguración contó con la presencia del Ministro de Turismo, Sherif Fathy, durante su visita a Luxor para inspeccionar varios yacimientos arqueológicos. La ceremonia representó la culminación de casi tres décadas de trabajo dentro del Proyecto de Conservación de los Colosos de Memnón y el Templo Mortuorio de Amenhotep III, una de las iniciativas de preservación patrimonial más ambiciosas en la arqueología moderna egipcia.
“Estas obras representan un logro importante en la preservación y revitalización de uno de los monumentos más relevantes de la civilización egipcia antigua”, declaró Fathy. “Reafirman el compromiso de Egipto con la protección de su patrimonio cultural y arqueológico según los más altos estándares internacionales”.
El ministro destacó la dedicación de todos los involucrados en el proyecto y calificó los resultados como un logro significativo. También elogió la cooperación de larga data entre Egipto y Alemania como un modelo exitoso de colaboración internacional, expresando la esperanza de que esta alianza continúe apoyando la preservación del patrimonio en los próximos años.
Agradeció a los trabajadores del sitio, señalando que la manipulación de miles de toneladas de materiales pesados refleja la magnitud de los desafíos, y reconoció su dedicación y profesionalismo para completar el trabajo con altos estándares.
El proyecto, iniciado en 1998, es una colaboración entre el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, el Instituto Arqueológico Alemán en El Cairo, la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz y socios internacionales, incluido el Fondo Mundial de Monumentos. Su objetivo ha sido rescatar, documentar y restaurar los restos del templo mortuorio de Amenhotep III, conocido en los textos antiguos como el Templo de los Millones de Años.
A lo largo de los años, los arqueólogos recuperaron cientos de fragmentos de las estatuas, sepultados bajo limo del Nilo y aguas subterráneas salinas que habían dañado su integridad estructural. También se recuperaron bloques de granito que formaban las bases de las estatuas desde el museo al aire libre de Karnak.
A partir de 2006, los equipos de conservación realizaron limpieza, restauración y documentación digital en 3D, reensamblando cuidadosamente los bloques dispersos. En 2025, las estatuas, que miden entre 13,6 y 14,5 metros de altura, fueron reinstaladas en el Tercer Pilono del templo, devolviéndolas a su contexto original por primera vez en siglos.
Según Mohamed Abdel-Badie, jefe del Sector de Antigüedades Egipcias, las estatuas representan a Amenhotep III sentado en una pose de autoridad divina, con el tocado nemes coronado con la Doble Corona del Alto y Bajo Egipto, falda real plisada, barba ceremonial y la tradicional cola de toro, símbolos del poder y la realeza.
Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, enfatizó que todos los trabajos de restauración siguieron estándares de conservación aprobados internacionalmente, utilizando materiales compatibles con la piedra original para garantizar su preservación a largo plazo y considerando las condiciones ambientales. Describió la reinstalación como un hito clave dentro de un plan más amplio para revitalizar los sitios de la orilla oeste de Luxor. Los proyectos en curso incluyen la restauración del Primer Pilono del Templo del Ramesseum y la evaluación del estado de conservación de la tumba de la reina Nefertari, con el objetivo de reabrirla al público.
Durante la ceremonia, el ministro Fathy homenajeó a Sourouzian, directora del proyecto, por sus excepcionales contribuciones, entregándole un certificado de reconocimiento y una réplica de una estatua de la diosa Sekhmet. Durante el proyecto se descubrieron, restauraron y documentaron más de 280 estatuas de Sekhmet.
Sourouzian destacó que muchas de las estatuas y elementos arquitectónicos no habrían sobrevivido sin un sistema integral de reducción de aguas subterráneas, que disminuyó el nivel del terreno casi tres metros, permitiendo la recuperación y preservación segura de los monumentos sumergidos.
El Dr. Dietrich Raue, egiptólogo y arqueólogo alemán, describió el proyecto como una de las iniciativas arqueológicas conjuntas más grandes y significativas, resaltando el complejo trabajo logrado gracias a la estrecha cooperación. Expresó su agradecimiento al ministerio por el apoyo sostenido, que permitió completar el proyecto y la reinauguración de las estatuas restauradas.
Fuente original: https://english.ahram.org.eg/News/558615.aspx
Foto: EFE/EPA/STRINGER
