Por: John Coleman Darnell
El desierto occidental Tebano conserva varios ejemplos importantes dechados de Naqada II tardío hasta la fecha del Dinástico Temprano. Uno de los más largos y más artísticamente realizados se encuentra en un wadi al noreste de Gebel Tjauti, en un ramal de la carretera Alamat Tal Road . Las huellas fuertemente marcadas, con el material cerámico asociado, conducen a la cabecera del wadi, en la parte superior del cual, a pesar de la falta de un camino claro de ascenso, hay una serie de secas estructuras de piedra, así como restos de “trampas de caza”.
Cerca de la cabecera de este wadi, aparentemente la zona de cazadores que viajan por el Alamat Tal Road, hay varias concentraciones de inscripciones rocosas, lo que proporciona ejemplos extremos de la aglomeración de un género particular de la imagen en un área, y el predominio de un género de representación en un sitio discreto. Hemos nombrado el wadi por una inscripción en el Sitio No. 2 – el serekh de un gobernante fallecido de la primera dinastía: el Horus Qa-a.
El tablero del Periodo de Naqada II Tardío en el Wadi del Horus Qa-a
Situado cerca de la desembocadura del Wadi del Horus Qa-a hay un lugar en el que se puede ver la historia. Cerca de la desembocadura del Wadi del Horus Qa-a hay un yacimiento de arte rupestre que comprende más de una docena de imágenes individuales que juntas forman un gran retablo de imágenes de animales y barcos, un arte rupestre Naqada II tardío paralelo a la Tumba 100 en Hierakonpolis. Las imágenes están profundamente incisas, y la mayoría tienen sus espacios interiores tallados en una aproximación de relieve hundido. En el uso del movimiento y la complejidad de las interrelaciones iconográficas de sus diversas secciones, el retablo no tiene parangón en el arte rupestre del desierto occidental, y la escena de cuatro cánidos atacando a una oveja de Berbería es una obra maestra del arte predinástico…