Se han encontrado innumerables figuras en Egipto, desde figuras esteatopigóticas del Predinástico a figuras desnudas de fayenza azul, desde muñecas denominadas “paddle dolls” a innumerables shabtis, estatuillas diseñadas para surgir en el más allá y trabajar para su amo en los Campos de Cañas. Esta figura en particular – E.6895 – es anterior al Reino Nuevo (c. siglo XVI a.C.) y es un hallazgo curioso. El objeto procede de la excavación de Garstang en Abydos (1906-1909). La estatuilla presenta un elaborado tocado o peluca, y está decorada con impresiones redondeadas a lo largo de toda la figura. Estas “perforaciones” tienen un paralelismo con otras figuras del periodo faraónico.
Material y producción
Las figuras tienden a estar hechas de cerámica local y pueden haber sido producidas en masa – indicado por la similitud de características a través de numerosas figuras. La característica decoración y la forma de la cabeza pueden indicar la producción por parte de individuos que trabajan para emular una forma específica. Sin embargo, la facilidad de acceso al material (arcilla) abre la posibilidad de que estas figurillas no hayan sido producidas sólo por los llamados artesanos “expertos”. Material similar del Predinástico – por ejemplo, figuras esteatopigóticas – se encuentran a través de múltiples lugares en diferentes períodos de tiempo y no muestran evidencia de ninguna producción centralizada o `taller’ específico o `área de artesanía’ donde fueron producidos. Del mismo modo, la ubicuidad de estas estatuillas en múltiples emplazamientos sugiere que, incluso si se produjeran en masa según un diseño específico, seguirían siendo producidas por numerosos individuos.
Nótese que esta estatuilla no tiene los orificios en la cabeza que se pueden ver en otras figuras y en materiales similares y que se utilizaron para encordar el “pelo” en la cabeza de la figura. Las denominadas “paddle dolls”, que suelen encontrarse en contextos funerarios, tienen como característica destacada el pelo, normalmente recogido, que posteriormente se colocaba en bucle sobre la “cabeza” de la muñeca. Obsérvese que la estatuilla no presenta los pechos y el pubis acentuados asociados con otras formas de figuras egipcias: están claramente identificados, pero no excesivamente acentuados o agrandados. Al igual que las figuras antropomorfas de Badariense, las figuras esteatopigóticas de Naqada, las figuras faraónicas ‘paddle dolls’ y muchas otras figuras femeninas de todo el Cercano Oriente y Europa, estas estatuillas han sido etiquetadas como ‘fetiches de fertilidad’, ‘figuritas de concubina’ o variantes de shabtis usadas para actuar como concubinas o sirvientes en la otra vida. Esta interpretación, sin embargo, es anticuada y profundamente problemática.
¿Figuras de fertilidad?
La mayoría de las interpretaciones de las figuritas como iconos de “fertilidad” se basan su interpretación en los senos y pubis acentuados, pero esta figurita carece de los aspectos femeninos exagerados que son comunes en otros ídolos de “fertilidad”. De hecho, el elemento más destacado de la figurita es su tocado/peluca y su decoración de “punzada”. La decoración “punzante” no está necesariamente asociada a la sexualidad, sino que puede reflejar tatuajes egipcios, cuya evidencia ha sido descubierta en momias procedentes de las excavaciones del IFAO en Deir el-Medina. ¿Es necesario asociar estos tatuajes con, como se ha hecho en el pasado, la prostitución y el trabajo sexual? ¿Podría una explicación alternativa, una más que refleje el material de Deir el-Medina, identificar los tatuajes como significadores de la “magia” ritual o del sacerdocio femenino y los ritos religiosos?
Los shabtis, que se producían en masa por miles, estaban sujetos a una decoración mucho más extensa, con inscripciones jeroglíficas y algunos indicios de vestimenta y rasgos faciales, incluso los más simplistas. Si E.6895 fuera una figurilla “concubina” para la vida después de la muerte, se necesitaría algún hechizo de activación para darle vida en su función de shabti, lo que no ocurre con este objeto ni con sus paralelos. Ejemplos posteriores de figuras con perforaciones y tocados de un estilo similar siguen siendo sencillos en su forma y muestran pocos paralelismos con los shabtis. Los paralelos en el museo y en otros lugares se encuentran habitualmente rotos y con las cabezas, los torsos y los brazos dañados. ¿Es posible que este daño deliberado haya sido infligido como parte de un ritual religioso o mágico?
¿Herramientas Mágicas?
Los hallazgos recientes describen un cuadro diferente del objeto y de figuras similares. Los papiros descubiertos en el Recinto Mut del Complejo del Templo de Karnak muestran que estas figuras pueden haber sido usadas en la práctica de la magia (o heka) en el antiguo Egipto. La cita directa del papiro, que se puede encontrar en Leiden, nos describe un hechizo para curar el dolor de estómago: ‘Palabras habladas sobre una figura femenina de arcilla. En cuanto al sufrimiento en el vientre, la aflicción pasará de él a la figura femenina de Isis hasta que esté sano”. En este punto, la estatua sería destruida. Esto explica ejemplos de estatuillas similares que se encuentran rotas en puntos donde la rotura natural es muy improbable, como en el grueso cuello o la cintura. Además, téngase en cuenta que esta figurita es incapaz de estar de pie ya que sus piernas se estrechan hacia los extremos. Es posible, entonces, que la estatua fuera sostenida muy probablemente en una mano – como uno esperaría de una herramienta mágica.
Esto también explica la naturaleza de la decoración – una estatuilla destinada a ser utilizada como ayudante de un hechizo ritual, y luego destruida, no necesariamente tendría el nivel de decoración detallada que uno esperaría encontrar en otras formas de estatuas y figuras egipcias. El elaborado tocado/peluca también puede atribuirse a que la estatuilla es una representación de Isis. En particular, uno de los títulos de Isis, Ueret-heka, que significa “grande de la magia”. Isis se asociaba regularmente con la curación, y en la mitología egipcia era capaz de curar al niño Horus en las marismas de Chemmis después de que fuera herido por una mordedura de serpiente.
Reflexiones finales
Estas figuras son fascinantes, no sólo por su función, sino por las diversas interpretaciones de sus significados desde sus descubrimiento. Sólo el hallazgo de los papiros, cuya supervivencia es nada menos que un milagro, ha arrojado luz sobre sus funciones, más allá de interpretaciones simplistas como el de “fetiche de la fertilidad” o “figura concubina”. Ilustran la dificultad de entender objetos y materiales sin un contexto escrito al que referirse, uno de los mayores desafíos en la interpretación de la evidencia arqueológica.
Cuando Al-Mallakh regresó a Egipto, el periodista Mohamed Hassanein Heikal convenció al entonces presidente Gamal Abdel-Nasser de que el lugar merecía una visita. Junto con un séquito de oficiales militares, Nasser lo visitó. Escuchó mientras Al-Mallakh explicaba el descubrimiento y su significado. Mansour, que estaba allí, dijo que había oído a Nasser decir a Al-Mallakh: “No he venido a ver el descubrimiento. Vine a animarte en tu trabajo.”
Sin embargo en este punto, el malvado adversario, el dios egipcio Seth, decidió agitar las cosas. Parece que casi nunca nos deja solos. Al-Mallakh fue criticado por el Servicio de Antigüedades por publicar el descubrimiento sin su permiso y se decidió enviarle a la Oficina de Asuntos Jurídicos, que decidió recortar 15 días de su salario mensual como castigo.
Más tarde, Zaki Nour, un inspector de antigüedades de Guiza, afirmó que él debería haber recibido el crédito del descubrimiento. Mientras tanto, Abdel-Moneim Abu Bakr, decano del Departamento de Egiptología de la Universidad de El Cairo, escribió un artículo en el que esbozaba seis puntos que apoyaban su teoría de que el navío no era un barco solar en absoluto, sino una barcaza funeraria que había sido construida para transportar el cuerpo del faraón fallecido desde la capital de Menfis hasta el lugar de la pirámide.
He revisado las notas de Abu Bakr, y no he encontrado suficiente evidencia para apoyar su teoría. De hecho, durante la excavación se encontraron astillas de madera de cedro y acacia en el foso, junto con restos de mortero de barro que cayeron en los bloques de piedra caliza que lo cubrían. En mi opinión, esto proporciona evidencias de que el barco fue construido cerca de donde fue enterrado.
Además, no hay indicios de que alguna vez se haya utilizado en el Nilo. Por un lado, la cabina de cubierta no es lo suficientemente grande para un viaje cómodo y, por otro, no tiene ventanas. La evidencia más importante, recientemente descubierta en Uadi Al-Jarf cerca de Suez, es un papiro que nos dice que el faraón vivía en un palacio en Guiza y no en Menfis.
Autor: Thomas Redpath.
Fuente original y fotos: https://garstangmuseum.wordpress.com/2018/08/29/object-in-focus-a-female-figurine-from-ancient-egypt/