Una misión arqueológica conjunta egipcio-canadiense conjunta entre el Consejo Supremo de Antigüedades y la Universidad de Ontario, dirigidos por Casey L. Kirkpatrick (Canadá) y Abdel Ghafar Wagdy (Egipto) ha identificado la tumba ramésida de Amon-mes, siglada como Kampp 23. La tumba está situada en la zona de Assasif, en la orilla oriental de Luxor.
Fue descubierta en la década de 1970, momento en el que se le asignó para su catalogación el nombre y número Kampp 23, en lugar de la tradicional «TT» (Theban Tomb). El motivo para siglarla así se debe a Friederike Kampp-Seyfried, una egiptóloga alemana que catalogó muchas tumbas inéditas de Assasif.
Dicha tumba no había sido estudiada con posterioridad y no se había podido identificar entonces el nombre de su propietario.
El Sr. Sharif Fahi, Ministro de Turismo y Arqueología, señaló que el descubrimiento representa un aporte de calidad para la comprensión de las vidas de los altos funcionarios en el antiguo estado egipcio,
Gracias a los trabajos de la misión hoy podemos saber que perteneció a un alto funcionario llamado Amon-mes, cuyo nombre significa “nacido de Amón”. Él fue un importante funcionario con influencia política y religiosa, que perteneció a la élite administrativa y que vivió en época ramésida. Fue Alcalde de Tebas. Su nombre ya estaba documentado en otros puntos de la necrópolis tebana, pero aún se desconoce si dichos títulos: Consejero Real, Padre Divino de Amón, Recaudador de impuestos, Supervisor de las Canteras en una expedición al Wadi Hammamat ordenada por Ramsés IV pueden ser de este Amon-Mes o de otro individuo con el mismo nombre.
Arquitectónicamente hablando es similar a las características, tumbas en forma de “T”. Cuenta con patio abierto rodeado en sus tres lados por muros formados por ladrillos de adobe. El acceso a la tumba se hace por una puerta monumental central que conduce a una sala trasversal y otra axial y en el interior tiene estatuas elaboradas en los nichos tallados en la roca que reproducen al propietario y su esposa, vestidos con los típicos trajes plisados de lino del periodo ramésida.
El equipo descubrió parte del ajuar funerario: varios ushebti, escarabeos alados, etc.
También percibieron la existencia de yeso superpuesto en los muros originales, diversos materiales de construcción y restos de estatuas, que fueron encontrados a la entrada de la tumba y que dan muestra de su reutilización en un período posterior.
Se espera que nuevas campañas ofrezcan importantes datos para la comprensión del monumento, de su propietario y de la época en la que vivió.
Fuente: Ministerio de Turismo y Antigüedades
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