A finales del periodo de Amarna, se inició un proceso de restauración política y religiosa. Este intento de recuperación iba más allá de lo estrictamente oficial, ya que la sociedad egipcia parecía exigir una reparación moral. Se trataba de un cambio muy necesario que abarcaría todos los aspectos de la sociedad y era imperativo que los cambios fueran visibles. Por este motivo, el arte visual sería uno de los principales medios de comunicación. La imagen artística fue la propaganda necesaria para reconstruir la memoria histórica y el sentimiento religioso. Esto fue más evidente en los primeros años de la XIX dinastía, cuando, además, la necesidad de legitimar el nuevo linaje real se reflejó en las tumbas privadas. El artista egipcio utilizó el arte para consolidar visualmente estos cambios, y el propietario de la tumba se interesó por ello. Este artículo pretende analizar los cambios artísticos, principalmente en el ámbito privado, que se produjeron en el arte funerario en oposición a los cambios religiosos que se habían producido durante el Periodo de Amarna y que fueron más evidentes desde el reinado de Horemheb hasta la primera mitad del reinado de Ramsés II. Política y arte se entremezclaron en una época en la que reconstruir el pasado y la relación con la divinidad era una necesidad urgente.
Gema Menéndez: Leaving the “Discomfort” Zone: The Correlation between Politics and New Artistic Practices at the Beginning of the 19th Dynasty. Arts 2024, 13, 98.