La capilla de Adijalamani es el corazón del Templo de Debod. Es su estancia más antigua. Fue construida por este monarca de Meroe, reino situado al sur de Egipto, hacia el 195-185 antes de Cristo. Sus paredes están decoradas con escenas en relieve en las que el rey realiza ofrendas a distintos dioses egipcios, especialmente a Amón de Debod y a Isis de Filé. Estas escenas, como era común en los templos egipcios, estaban pintadas con brillantes colores de los que todavía quedaban restos en 1907 que fueron cuidadosamente anotados. Sin embargo, tras 50 años surmergido en las aguas del Nilo, estos colores se perdieron para siempre.
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